El final de un inicio que nunca llegó a producirse.
Los presagios se cumplieron amigos, el evento deportivo Pirena ?La ruta blanca del pirineo? se anula, la noticia no ha podido caer de peor forma. Como un jarro de agua fría ¡y vaya si ha sido fría! Esto ha privado a uno de nuestros corniseros de participar en la presente edición. La culpa, la falta de nieve por nuestros comportamientos.
Las últimas noticias climatológicas favorables de la semana pasada no han sido finalmente lo suficientemente buenas para que diera comienzo la carrera. Las nevadas han sido escasas por el desplazamiento de la borrasca hacia el sur.
A pesar de todo ello se tenía esperanza, demasiada, mientras todo transcurría con total ?normalidad?. Se presentó en la playa Nova Icária de Barcelona el 13 y 14 de enero (menos público que en otras ediciones), en plaza San Jaume, en los medios?se aplazó dos semanas por falta de nieve y finalmente el presagio se cumplió tras 16 ediciones celebrándose.
La idea de disfrutar de la naturaleza de una forma distinta, atrevida, aventurera, formativa -gestión-,?se ha difuminado. Proponerte un objetivo y no cumplirlo, intentar hacer cumbre y no hacerlo, ir a Pirena y no llegar tan siquiera a saber qué es, produce una sensación un tanto extraña, de apatía, de amargura y descontento hacia lo que puso ser y no fue, máxime cuando te imaginas el desenlace y transcurso de todo ello. Todo lo que hagas y te cuenten ya es absurdo.