Hemos pasado el solsticio de verano con los amigos de la asociación senderista “vegas altas” (www.senderismovegasaltas.com). El objetivo: recorrer la cuerda de la sierra de Béjar, dormir junto al Torreón y descender por el río Cuerpo de Hombre.
Foto grupo: Amalia, Antonio, Camborio, Cristina, David, Elo, Javi “Miajadas”, Javi “Ex-presi”, Jose, Lidia, Luis, Manolo “Magacela”, Manolo “Presi”, Miguel, Paco, Paqui, Pedro, Poli, Toni y Zazo. ¡Ah!, y la mascota: Ula.
El microbús de Bibi nos deja en la plataforma del Travieso y comenzamos a caminar a la inusual hora de las 19:30.
Y recorremos todos los picos que nos habíamos propuesto mientras contemplamos cómo el giro diario de la Tierra nos oculta el Sol.
Pasamos por el Calvitero, Canchal de la Ceja y por fin Torreón.
Entre este último y los Dos Hermanitos montamos el campamento para pasar la noche más corta del año. Hubo vino, cerveza y otras bebidas espiritosas, y claro, los efectos no se hicieron esperar (si la imagen tuviese audio se escucharían algunas “respiraciones fuertes”)
Dormir en la montaña permite ciertos privilegios al alba.
Aquí se ve nuestro plan para el día de San Juan: recorrer el río Cuerpo de Hombre hasta las proximidades de Candelario.
Y he aquí al artífice de dicho plan
Desayuno de altura y mochila al hombro.
De un lado el río, del otro, el cuerpo de hombre.
Algunas dificultades fotogénicas.
El resto del grupo cruzó con un gesto más compuesto, por eso no hemos publicado sus fotos.
El entusiasmo hizo que los montañeros, mediante espejismo, trocaran la roca en vehículo. La cosa nunca funcionó porque Amalia se empeñó en frenar el troncomóvil.
¿Quién dijo que esto del senderismo es cansado?
¿Quién dijo que esto del senderismo es poco higiénico?